CUANDO EL CANARIO VE MOROS EN
EN CANARIAS
Los canarios tenemos prohibido comentar el cómo y por donde entran los foráneos, y que es causa de inseguridad ciudadana, sin que seamos acusados de racistas: Tenemos prohibido reivindicar más garantías de trabajo en nuestra propia tierra para nuestros hijos, sin ser acusados de insolidarios. Tenemos prohibido reivindicar una Ley de Residencia, sin ser atacado de xenófobo. Tenemos prohibido hablar de soberanía sin necesidad de ser perseguidos por independentistas. Tenemos prohibido revindicar ser un pueblo libre, sin ser acusados de separatistas y terroristas.
Hemos dicho que existen mafias para la libre entrada de personas sin autorización por aeropuertos, al igual que existen mafias para los que entran por otros medios mas peligrosos y no menos vulnerables para las autoridades españolas. Si nos atrevemos a decir que es prácticamente imposible que entren en una sola embarcación cien o más personas después de una travesía de
Las mafias no ocultan el tráfico de personas, ya apenas necesitan barcos nodrizas, saben que al poco de salir en origen, ya están avisando a Salvamento Marítimo para que les recojan. Otra forma de entrada es por embarcaciones de pesca, se les hace en el puerto de origen un contrato de embarque legal, con un salario que no cobra, y paga un precio alto por el viaje. Si son sorprendidos, muestran los contratos de embarque y pasan como tripulantes. Las autoridades saben que tanta gente no pueden ser tripulantes de una pequeña embarcación. El verdadero tema de fondo es que aún no existen condiciones sociales para que España despegue amarras. Cuando en Canarias se igualen las fuerzas sociales, o las foráneas sean superiores a las nativas, será el momento de los incrédulos, en conocer las verdaderas intenciones de los mulsumanes marroquíes para cuando el Sahara sea soberanamente suyo, por aclamación de Naciones Unidas.
Los que entran documentados por aeropuertos, llegan autorizados con billetes de turistas y se quedan sin ser controlados por las autoridades de fronteras. Los que entran por pequeñas embarcaciones sin aviso de llegada, se quedan controlados por las autoridades de fronteras, a éstos, como vienen sin nada, les ofrecemos parte de la que nos corresponde, como no podía ser menos. Canarias siempre ha sido hospitalaria con los de afuera, e insolidariza con sus propias gentes, aún asumiendo las responsabilidades que son propias del Estado.
La problemática de familias canarias que no pueden mantener a sus hijos menores, se les tira a la calle, mientras los que llegan tienen un presupuesto anual por menor de 30.000 €. La juventud canaria no tiene horizonte en el trabajo en su propia tierra, a los que llegan como turistas, los empresarios les abren las puertas y los bancos les dan préstamos. Pero, ¿quiénes son esos empresarios y esos bancos, que pagan impuestos y se llevan las plusvalías fuera de nuestra tierra?. Si con toda esta realidad que expongo, me acusan de racista, xenófobo e insolidario, soberanista, independentista, separatista o terrorista. Yo les acuso de endófobos y destructores de Canarias, también de piquitos de oro y plumas de pimienta.
Yo me acuso en decir la verdad, y si en este escrito quieren ver conceptos racistas o xenófobias, sepan que ayudamos a extranjeros sin recursos algunos, solo con dedicación personal y medios económicos propios y de amigos, cosa que dudo de quienes acusan quieran inmigrantes a las puertas de sus casas. Yo me acuso de cometer el delito de defender la verdad, pongan Uds. los descalificativos que quieran. No es lo mismo autoidentificarse canario, que ser autodenominado español e identificados canarios. Estos últimos, están enfermos de endofobias. Por cierto, una enfermedad que está muy extendida en Canarias e importada desde la península.
En Las Palmas de Gran Canaria a, 7 de diciembre de 2008
Firmado: Antonio Rodríguez de León DNI 42.697.787N
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